La posible firma en diciembre del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur ha reavivado las tensiones en el sector agrícola europeo. Ganaderos de Francia, Polonia e Italia temen que la importación de carne de vacuno barata pueda desplomar los precios y poner en peligro su subsistencia. Sin embargo, defensores del acuerdo, como España y Alemania, consideran que la supresión de aranceles representa una oportunidad estratégica para impulsar sectores clave, como el aceite de oliva y la industria automotriz. En Latinoamérica, las grandes empresas cárnicas de Brasil y el Gobierno de Lula da Silva han entrado en una batalla álgida con Carrefour, después de que la multinacional francesa anunciara que dejaría de comprar carne de Brasil y del resto de Mercosur, integrado, además, por Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.