En un museo no se corre, no se grita, no se canta y, desde luego, no se organiza un desfile de disfraces ni se hace una acampada. Ante un paisaje o un retrato del barroco, no te inventas qué pasó en el cuadro o imaginas quién pudo haber sido el señor barbado que sale en la pintura: ¿en qué estaría pensando mientras lo retrataban, cuál sería su comida favorita? Esas cosas no se hacen, ¿verdad?
Redacción
Alejandro Martín
Coordinación editorial:
Juan Antonio Carbajo y Francis Pachá
Coordinación de diseño:
Adolfo Domenech
Diseño:
María José Durán
Desarrollo:
Rodolfo Mata
Fotografía:
Jaime Villanueva