
Cuando la pruebe ya no podrá trabajar sin ella. O eso es al menos lo que pretende el nuevo paradigma laboral que ha comenzado su cuenta atrás con el desembarco de la inteligencia artificial (IA) generativa. Para su implantación progresiva, aunque de momento toca experimentar, las empresas del Ibex han empezado a desarrollar proyectos piloto con grupos de personal reducidos. Y entre sus primeras conclusiones ha extraído la que sin duda supone la madre del cordero: saber preguntar con eficiencia al algoritmo. Para ello existe un método cuyo catecismo se resume en seis mandamientos.
Agentes en cada puesto de trabajo
Son agentes y acaban de aterrizar en la cervecera Damm para potenciar el uso de la IA generativa en cada puesto de trabajo. El empleado solo tiene que programar al nuevo ayudante para realizar tareas. “No requiere conocimientos de programación y da valor a nuestro trabajo”, opina Laura Gil Curro, directora de Data e IA en Damm. Y ejemplifica: “Se crea un chatbot, sin necesidad de desarrollador, para que haga una primera criba entre cientos de currículos para un proceso de selección”.
Esta formación se incluye en su programa piloto para el que han generado una comunidad que integra diferentes perfiles, departamentos y áreas de negocio. “Sus resultados nos permitirán entender dónde residen las oportunidades para aplicar la IA”, añade. Esta comunidad comparte lo aprendido en una biblioteca de prompts, “evitando perder el tiempo sobre aspectos en los que ya han investigado otros”, concluye Gil Curro.