
En los últimos años, las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han sido la principal herramienta del Gobierno de España para hacer frente a la pobreza laboral. Desde la Fundación ISEAK se realizó un estudio de impacto de la subida más destacada, la del año 2019, que supuso un aumento del 22% con respecto al SMI del año anterior. Aquel estudio constataba que el impacto de aquella subida en la pérdida de empleo y en la reducción de horas trabajadas fue limitado, lo que permitió a la gran mayoría de las personas afectadas por esa subida ver aumentar su salario sin sufrir efectos negativos en su empleo.