
Ya solo queda barrer el confeti. No habrá más conciertos, ni más swifties enfervorecidas, ni más ciudades llenas de pulseras y con una lluvia de millones. Después de casi dos años, Taylor Swift se ha despedido, emocionada hasta la médula, de su The Eras Tour, la gira de 149 conciertos (se cancelaron tres en Viena por amenaza de atentado) que la ha llevado por medio mundo y que, según ella misma ha contado en su último escenario, en Vancouver (Canadá), han visto más de 10 millones de personas.