Sumar se vuelca en la reforma estrella de Yolanda Díaz, la reducción de la jornada laboral. El pacto entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para pasar de las 40 horas semanales a las 37,5 a partir del próximo año es inminente, y los partidos de la coalición se preparan para dar la batalla en un complejo trámite parlamentario que durará cerca de seis meses. Ante la incertidumbre sobre los Presupuestos, con un Sumar en crisis que busca recomponerse tras el golpe recibido por la caída de Íñigo Errejón entre acusaciones de acoso, el socio minoritario del Gobierno fía su rearme a hacer valer su utilidad en el Ejecutivo, impulsando medidas que “mejoren la vida” de los ciudadanos, como suelen repetir. La reducción de la jornada, que ya fue su principal bandera en la campaña de las generales, permitiría además apuntalar el liderazgo de Díaz y recuperar un perfil de gestora que la aupó la pasada legislatura.