Matanzas indiscriminadas de civiles, asedios de pueblos enteros, agresiones sexuales, envenenamientos colectivos y denuncias de limpieza étnica. Sudán se desangra por una guerra civil que acumula picos de violencia sin precedentes desde su inicio, en abril de 2023. Con el fin de las lluvias estacionales, la contienda se ha recrudecido con más asesinatos, bombardeos y combates más intensos por el territorio que se disputan la milicia de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) y el ejército regular con sus grupos armados aliados. Mientras, la posibilidad de sentarse en torno a una mesa de negociaciones para acordar un alto el fuego queda cada día más lejana.