Tras el tradicional mensaje del Rey (21.00), la Nochebuena televisiva se adentra en un agujero de gusano que permite al espectador vivir en un curioso bucle espaciotemporal. La programación especial de los principales canales responde tanto a tradiciones y costumbres que es difícil distinguir las propuestas de un año de las de otro. Al fin y al cabo, la televisión en esta noche es solo un acompañante de fondo: lo importante estará en la mesa y en los comensales. Quienes se aventuren a encender el televisor, se encontrarán mucho recopilatorio, actuaciones musicales, algo de humor, a Clint Eastwood y, por supuesto, Telepasión.