
A Òscar Pierre, consejero delegado de Glovo y uno de los fundadores de la compañía de reparto a domicilio, le han bastado apenas 15 minutos para defenderse en el juicio penal en el que, en fase de instrucción, se le está investigando a instancias de una denuncia de la Fiscalía de Barcelona por un presunto delito contra los trabajadores. Pierre ha defendido que el modelo laboral de Glovo, basado en la contratación de los repartidores como autónomos, es correcto y se adaptó a la legalidad después del pronunciamiento del Tribunal Supremo, aunque la Inspección de Trabajo y la Fiscalía consideran que se trata de un modelo fraudulento que usa a falsos autónomos y que no cumple con la Ley Rider, según explican fuentes jurídicas.