La actriz mexicana Marcela Alcázar, de 33 años, falleció la madrugada del pasado domingo 1 de diciembre en Durango tras participar en un ritual espiritual en el que se utilizó veneno de sapo. El suceso ocurrió en el Centro Moyocoyani, que se describe en redes sociales como “un lugar terapéutico de medicina ancestral”, donde amigos y familiares revelaron que Marcela acudió a un retiro en la capital del Estado. Durante uno de los rituales, consumió una sustancia conocida como kambó, elaborada a base de veneno de sapo o rana. Algunos testimonios indican que no ingirió la bebida, sino que le quemaron la piel y aplicaron el veneno sobre las heridas, método común en estas prácticas.