El inversor Juan González Herrero, cerebro del grupo financiero leonés Herrero Brigantina, urdió un plan para proteger su fortuna de las garras de la Justicia tras sospechar que se encontraba en la mirilla de unas pesquisas que le señalaban como ideólogo de un presunto fraude de 70 millones, según un informe de los investigadores al que ha tenido acceso EL PAÍS.