
Parecerá raro empezar con cuatro periodistas culturales en calzoncillos en el Egeo una historia épica sobre las lanchas rápidas de la Segunda Guerra Mundial, unas embarcaciones que vivieron episodios tan aventureros como la captura de Venecia por una de ellas (la S-54 alemana), las heroicidades de un futuro presidente de los EE UU (John F. Kennedy, en la PT-109 contra los japoneses) o el combate del marinero de primera de la MGB 314 británica William Alfred Savage en el osado raid contra St. Nazaire que le reportó una Victoria Cross (desgraciadamente póstuma). Lo de los periodistas en paños menores tiene su explicación. Éramos parte de un grupo que viajábamos con Arturo Pérez-Reverte para la presentación de su última novela, La isla de la mujer dormida (Alfaguara, 2024), en cuyo argumento es central, precisamente, una lancha torpedera, una Schnellboote alemana, la S-7, que el bando franquista camufla en una isla griega y desde donde se dedica a atacar los convoyes rusos con suministros bélicos para la República durante la Guerra Civil.