En justicia y seguridad, México sigue enfrentando enormes desafíos por delante. En cuanto a la justicia, la inercia de las fiscalías; la atropellada y equívoca reforma judicial; y la ampliación de los supuestos de prisión preventiva oficiosa, son sin duda preocupantes. Sobre esta última, la semana pasada el Congreso de la Unión aumentó de nuevo el catálogo de delitos de prisión preventiva oficiosa, contenido en el artículo 19 de la Constitución. Son ahora más delitos en ese listado que, con su mero texto, condena a todas las personas acusadas a una prisión automática y, por eso, arbitraria, de acuerdo a estándares internacionales.