“Todos saben qué deben hacer, estamos muy decepcionados”, se arrancó Hansi Flick. Ni el regreso de Lamine Yamal rescata al Barça de la ciclotimia. Desde que recuperó su jerarquía en Europa tras golear al Bayern (4-1), en una semana grande que coronó con la victoria en el Santiago Bernabéu (0-4), el Barça ha quedado atrapado en una inestabilidad futbolística, también emocional. Salió airoso del derbi ante el Espanyol (3-1), pero Flick quedó disconforme con la actitud del equipo. Levantó frente al Estrella Roja (2-5) y, sin embargo, se volvió a extraviar frente a la Real (1-0) y el Celta (2-2). De nuevo, cuando parecía que despertaba tras otra goleada en la Champions contra el Brest (3-0), los azulgrana recibieron otro golpe, esta vez el primero en Montjuïc, probablemente el más duro del curso: ante Las Palmas (1-2).
