
Los devastadores y trágicos estragos provocados por la dana en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, que han segado la vida a 230 personas, (222 en Valencia) han dañado seriamente a decenas de miles de empresas con sus correspondientes empleos. Las ayudas públicas superan ya los 14.000 millones de euros, pero el desafío para reactivar su actividad económica es enorme debido al anacrónico marco legal.