En la era de la tecnología y la digitalización, muchas de las amenazas y ataques que golpean a ciudadanos particulares, corporaciones, pymes, bancos, administraciones públicas y hasta a altas instancias de los Estados llegan a través de internet y de los dispositivos tecnológicos. Los datos son elocuentes. Solo en España, un 47 % de las empresas admite haber sufrido algún tipo de ciberataque en los últimos tres años, según el Ministerio del Interior. En la misma línea, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) advierte que entre 2022 y 2023, se registraron en España más de 83.000 incidentes de este tipo, lo que supone un 24% respecto al año anterior. El panorama se extiende al resto del planeta, porque la cibercriminalidad es un problema global.