El 23 de diciembre, en vísperas de la Navidad, una nueva tanda de ataques aéreos y terrestres de las fuerzas israelíes ha causado al menos 58 muertos y 88 heridos en la franja de Gaza, según el Ministerio de Salud gazatí, controlado por la milicia Hamás. Uno de los bombardeos fue dirigido contra el campamento de desplazados de Al Mawasi, ubicado al sur del enclave, pese a que este lugar había sido clasificado como “territorio seguro” por el Estado judío. Aquí, ocho personas han muerto —entre ellas, dos niños— según han confirmado dos de los médicos que recibieron los cuerpos en el hospital Nasser, en la vecina localidad de Jan Yunis.